Concierto n° 7 para violín y brujas » es mi más reciente libro. Recientísimo, puesto que ha sido publicado este mismo mes por el Fondo de Cultura Económica, en México.
En la nota de contratapa se puede leer: “El peligroso violín Stravagantius lleva años encerrado en una vitrina de cristal blindado, lejos de su arco. Muchos rumores existen sobre su poder, capaz de desencadenare los peores trastornos. Su destino está ligado al de los príncipes D’Antagno, dueños del inquietante instrumento, y al de las brujas, quienes por más de tres generaciones han desplegado todas sus mañas para vengarse de la principesca familia. ¿Qué misterios esconde el Stravagantius?
Esta es la tapa de la edición cubana: Cauce. Pinar del Río, 2014, con hermosas ilustraciones en color de Valerio.
No son tres generaciones (aunque quién sabe cuánto dura una bruja, pues su pacto con el diablo la hace anormalmente longeva), sino más de tres siglos los que abarca esta historia. El Stravagantius es obra de Macario Stravidarius (Sic.), un talentoso lutier que los tenebrosos poderes del príncipe Soturno el Oscuro conducen a la cima de su arte. Cada capítulo es un relato, relativamente independiente, que cuenta las aventuras del enigmático violín y de todos los que se frotan con él en los siglos XVIII, XIX, XX y, finalmente, en nuestra época. El final es abierto, pero no porque yo planifique una continuación (¿realmente…?) sino para hacer más inquietante aún un libro que me ha manipulado sutilmente.
Edición brasileña: SESI-SP. Sao Paulo, 2017 |
ilustración del autor no incluida en libro |
Hay cosas que deben pasar, como han libros que han de ocurrirle (más que ocurrírsele) a un escritor. Durante la redacción tuve una duda sobre los elementos que componen el arco. Yo quería usar el "talón" del arco como elemento magico, pero no tenía una idea clara de cómo era esta parte del instrumento, pues no había tocado (no lo digo en términos musicales, no soy violinista) un violín desde niño (pasé un año bastante infructuoso en el Conservatorio musical de mi casi natal Santa Clara). Lo que debía pasar es que en mi cuadra (a unos 70 metros de mi casa) está el taller de un lutier. Nunca le había prestado atención (al punto de ignorar que el lutier era un antiguo colega del gimnasio del barrio), pero esta vez pude evacuar fácilmente mis dudas y hasta respirar un poco el aire de un taller de reparación y construcción de instrumentos de cuerda... y corregir el grave error que estuve a punto de cometer.
Esta es una de las ilustraciones de Julián Cicero
(edición del FCE) que más me gusta
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ilustración de Valerio |
Dentro de su lógica unidad de estilo, cada capítulo de la novela tiene un tono peculiar: unos son más poéticos, otros más humorísticos, aquí hay un toque de realismo, allá un aire de parodia. Tal vez los títulos de los capítulos sugieran la coherente diversidad que me propuse: "En una urna de cristal blindado...", "Stravagantius, el violín embrujado", "El concierto de la bruja", "El secreto del arco rebelde", "Las brujas no olvidan ni perdonan..."
ilustración de Valerio para la edición de Cauce |
Reseña de Zeila Frade (www.cuatrogatos.org)
Una interrogante persistente acompaña al lector que se aventura a descubrir la historia del peligroso violín Stravagantius. El instrumento musical que permanece encerrado en una vitrina de cristal tiene una estrecha relación con sus dueños, los príncipes D ™Antagno. El misterioso poder que se le atribuye al violín es el vehículo perfecto para que Joel Franz Rosell desarrolle una trama en la que imperan el suspenso, los enigmas y la expectativa. Una prosa amena y cautivadora en la que se fusionan brujas, genios musicales y arcos rebeldes impide la interrupción de la lectura una vez comenzada.
A través de una narración en la que se alternan el presente y el pasado, se revelan los trastornos que ha causado el Stravagantius. Se exploran, además, temas como el amor, la oposición entre las fuerzas del bien y el mal, la magia negra y la hechicería. Una certera combinación de fantasía y misterio guía el recorrido por una historia cargada de sorprendentes hallazgos. Un final entre signos de interrogación deja a la imaginación del lector múltiples desenlaces y la posible continuación de la historia con nuevos episodios relacionados con el controversial instrumento musical.
Sería injusto no aludir a la singularidad de las ilustraciones en esta obra. Hechas en blanco y negro por el artista mexicano Julián Cicero, cada una de ellas transmite esa sensación de intriga y misterio que hay en el texto. Los dibujos reflejan, además, del estado anímico de cada personaje ilustrado. Se puede apreciar con gran facilidad el aspecto tenebroso de las escenas y el desconcierto y la tristeza en las expresiones faciales de los personajes. Estas ilustraciones no solo enriquecen la obra desde una perspectiva visual, sino que complementan con sus trazos y tonos, la narración en su totalidad.
ilustración del autor no incluida en libro |
Frans Hals (1580 o 1585-1666)
fue un pintor holandés de vida oscura y disoluta.
Este "Pescador tocando un violîn" se le atribuye,
sin que haya constancia absoluta de que es obra suya
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Y…
París, octubre 2014.
El programa de radio Juguemos con libros, conducido por niños mexicanos, presenta así Concierto n°7 para violín y brujas:
Si Ud quiere terminar esta lectura con música, le recomiendo el concierto n° 7 de Charles Auguste Blériot:
Aunque lo cierto es que, paradójicamente, ninguno de los grandes maestros compuso un concierto n°7 para violín. El inmenso Paganini se contentó con seis conciertos y el que con el número 7 se atribuye a Mozart (también conocido como Concierto en Re) es solo una dudosa versión que hizo el violinista E. Suzay en 1836.
Pero hay un Violin concerto no.7 in A minor opus 9 de Pierre Rode (1774-1830)
https://imslp.org/wiki/Violin_Concerto_No.7_in_A_minor%2C_Op.9_(Rode%2C_Pierre)
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